Altos funcionarios de seguridad de Israel y la Autoridad Palestina discuten medidas para aliviar las tensiones en Judea y Samaria.
En Tel Aviv, altos funcionarios de seguridad israelíes se reunieron discretamente con representantes de la Autoridad Palestina (AP) para buscar formas de reducir las tensiones en Judea y Samaria antes del inicio del Ramadán el próximo mes. Participaron en la reunión Tzachi Hanegbi, Ronen Bar, y Ghassan Alian por Israel, y Majed Faraj junto con Hussein al-Sheikh por la AP.
La discusión se centró en las medidas que Israel podría implementar para mitigar la crisis económica en Ramala. Esta situación se ha visto exacerbada por la retención de ingresos fiscales, la restricción de acceso al trabajo para 150.000 palestinos en Israel, la limitación de la entrada de árabes israelíes a ciudades palestinas, y el aumento de los controles de seguridad.
Israel propuso varias acciones para aliviar estas tensiones, incluyendo la disminución de puestos de control y redadas, así como permitir el retorno de trabajadores palestinos mayores de 45 años a sus empleos en Israel y la reapertura de ciudades palestinas a los árabes israelíes. Aunque estas medidas requieren la aprobación del gobierno israelí, se espera resistencia de miembros de línea dura que asocian a la AP con Hamás.
Respecto a los ingresos fiscales retenidos, un punto aún sin resolver, se sugirió que Israel podría mostrar mayor flexibilidad. La cooperación entre Israel y la AP es crucial para prevenir un aumento de las tensiones durante el Ramadán, un periodo sensible para ambas comunidades.
La retención por parte de Israel de 275 millones de NIS en ingresos fiscales destinados a la AP ha intensificado la crisis económica en Gaza. Este monto, utilizado por la AP para cubrir gastos en Gaza, fue retenido bajo la justificación de que podría beneficiar a Hamás.
En respuesta, la AP buscó préstamos de Emiratos Árabes Unidos y Noruega para compensar la pérdida, pero Israel amenazó con retener todos los ingresos fiscales, lo que paralizaría aún más el presupuesto de la AP.
La situación económica de Gaza, ya debilitada por el conflicto, ha llevado a Israel a considerar reducir la cantidad retenida. Sin embargo, la AP no podrá usar esos fondos para Gaza directamente. En cambio, se propuso que Noruega administre estos fondos, una propuesta que Oslo aún no ha aceptado formalmente.
La AP, mientras tanto, planea utilizar ingresos fiscales recaudados localmente en Judea y Samaria para cubrir necesidades en Gaza. Esta medida ha atraído críticas de Estados Unidos, que acusó a Israel de apropiación indebida de fondos palestinos, aunque respaldó el marco propuesto por Israel.