Miles de israelíes se congregaron en distintos puntos del país desde las 6:29 de la mañana, hora exacta en que Hamás desató su ataque terrorista el 7 de octubre de 2023, para formar el símbolo amarillo de los rehenes. Las manifestaciones, un grito unificado por la liberación de los 58 rehenes aún cautivos en Gaza, marcaron 600 días de conflicto.
En las aguas poco profundas del mar Mediterráneo, cerca de la sucursal de la Embajada de Estados Unidos en Tel Aviv, ciudadanos escribieron en la arena los números 58 y 600 junto a la frase “Sálvalos ahora”. La acción simbolizó la urgencia de rescatar a los secuestrados.
En la Plaza de los Rehenes de Tel Aviv, personas vestidas con camisetas amarillas y sosteniendo globos del mismo color formaron un círculo. Observaron en silencio un tablero digital que registra los días, horas, minutos y segundos de cautiverio. Cuando el contador cambió de 599 a 600, los presentes liberaron los globos y exclamaron al unísono: “¡Traedlos a casa ahora!”.
En Zichron Yaakov, una multitud se organizó en un montículo cubierto de hierba para crear una formación amarilla. En Jaffa, ataron una enorme cinta amarilla de rehenes alrededor de la torre del reloj. En Ramat Aviv, los globos amarillos llenaron el cielo, mientras en Hadera, Holon, Kfar Saba, Nahalal Junction, Modiin y Emek Hefer, ciudadanos formaron cintas amarillas humanas en intersecciones clave.
A lo largo de la carretera que conecta Naan con Sitriya, en el norte, una cadena humana expresó su solidaridad. En Jerusalén, residentes se reunieron en un parque cercano a la casa del ministro de Asuntos Estratégicos, Ron Dermer, quien lidera las negociaciones para liberar a los rehenes. Allí realizaron un servicio matutino con oraciones por el nuevo mes. Sin embargo, críticos destacaron que, desde que Dermer asumió el cargo hace más de 100 días, solo Edan Alexander, ciudadano estadounidense-israelí, ha sido liberado.
A las 7:10 de la mañana, padres en duelo se concentraron en un parque frente al edificio en Tel Aviv donde reside el presidente de la Knéset, Amir Ohana. Con un micrófono, exigieron que el legislador del Likud saliera al balcón. “Salgan y mírennos”, expresó un padre. “Nuestros hijos fueron asesinados el 7 de octubre. Durante 600 días, nos han ignorado. No permitiremos que esto nos quebrante; seguiremos luchando”.
Los padres en duelo anunciaron que impulsan una propuesta de ley para convocar nuevas elecciones, ante la negativa del gobierno de establecer una comisión estatal que investigue los eventos que culminaron en el ataque terrorista de Hamás del 7 de octubre.