El Tribunal Superior de Justicia de Israel respaldó la decisión de demoler la residencia del islamista involucrado en un atentado que cobró la vida de dos jóvenes.
Detalles del atentado y el proceso judicial
El pasado 26 de febrero, Abdel Fattah Hussein Kharousha, perteneciente a Hamás, asesinó a Hallel y Yagel Yaniv en Huwara. Tras el ataque, Kharousha fue abatido en una operación en Yenín el 7 de marzo.
En un evento relacionado, sus hijos Khaled y Muhammed Kharousha fueron arrestados en Nablus el mismo día, acusados de colaborar en la planificación del ataque. Los militares ya habían arrasado la casa del padre de los Kharousha anteriormente.
El juez Yechiel Kasher aprobó el lunes la demolición de la vivienda de Khaled en Nablus, destacando en su fallo la eficacia disuasoria de tales acciones contra futuros ataques terroristas.
Política de demolición de Israel y su controversia
Como estrategia de respuesta, Israel frecuentemente demuele hogares de palestinos vinculados a atentados. Esta política, a pesar de sus defensores, enfrenta críticas, especialmente de la izquierda política y activistas, quienes la ven como un castigo colectivo.
El proceso de demolición, que implica varias fases de preparativos y autorizaciones judiciales, puede durar meses. Las fuerzas israelíes, buscando el momento adecuado, suelen entrar en localidades palestinas para ejecutar estas operaciones.
En el mes de mayo, se formalizaron cargos contra los hijos de Kharousha, Khaled y Muhammed, por conspirar para cometer homicidio y por posesión ilegal de armas.