Irán y Hezbolá, detrás del intento de ciberataque al Centro Médico Ziv de Israel durante la guerra con Hamás
Durante el conflicto en curso con Hamás, que comenzó el 7 de octubre tras el ataque de Hamás contra Israel, se identificó un intento de ciberataque al Centro Médico Ziv, atribuido a Irán y Hezbolá. El objetivo de este ataque era perturbar las operaciones del hospital, aunque finalmente fracasó.
Tras una exhaustiva investigación realizada de manera conjunta por la Dirección Cibernética Nacional de Israel, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) y la Agencia de Seguridad de Israel, se desveló que un grupo cibernético vinculado al Ministerio de Inteligencia iraní, con la participación de la unidad cibernética de Hezbolá, intentó llevar a cabo un ciberataque contra el Centro Médico Ziv aproximadamente tres semanas atrás.
Gracias a la coordinación entre la Dirección Cibernética Nacional de Israel, las FDI, la Agencia de Seguridad Israelí, el Ministerio de Sanidad y el propio hospital, el ataque fue frustrado antes de que pudiera afectar negativamente las operaciones del hospital y poner en riesgo la atención médica de los ciudadanos. No obstante, los atacantes lograron acceder y robar datos sensibles almacenados en los sistemas del hospital.
La investigación reveló que el grupo de ciberataque, conocido como AGRIUS y afiliado al Ministerio de Inteligencia iraní, intentó llevar a cabo este ciberataque a finales de noviembre de 2023 con el propósito de interrumpir el funcionamiento del Centro Médico Ziv, situado en el norte de Israel, en medio del conflicto en curso. Este ataque fue ejecutado por el Ministerio de Inteligencia iraní en colaboración con las unidades cibernéticas “Cedro Libanés” de Hezbolá, bajo la dirección de Mohammad Ali Merhi.
A pesar de los esfuerzos de los atacantes por extraer datos del hospital, la rápida respuesta y acción preventiva impidieron cualquier daño significativo al funcionamiento del centro médico y cualquier posible impacto humanitario en la población. Sin embargo, los ciberdelincuentes lograron obtener algunos datos, que posteriormente empezaron a difundir en Internet. En un esfuerzo conjunto con la Fiscalía General del Estado para salvaguardar la privacidad de los pacientes, se tomaron medidas inmediatas para eliminar los canales que contenían información sensible.