Los fiscales estatales presentaron el jueves cargos contra Yoni Segal, de 18 años, y Omri Mizrahi, de 20, ambos de Tiberíades, por haber ejecutado misiones para Irán, incluido un plan para asesinar a una figura israelí de alto rango no identificada.
Acusaciones revelan red de espionaje iraní en Israel
Ese mismo día, Mark Morgain, de 33 años, del asentamiento cisjordano de Hamra, enfrentó acusaciones similares. Los casos detallan los esfuerzos de Teherán por reclutar israelíes como espías a cambio de pagos en efectivo y criptomonedas. Las autoridades lograron impedir los complots antes de su ejecución, mediante el arresto de los sospechosos en junio tras varios meses de vigilancia.
Según la acusación contra Segal y Mizrahi, los jóvenes mantuvieron contacto con agentes iraníes desde mediados de mayo hasta su detención el 15 de junio. Un agente, que se presentó como un “izquierdista kaplanista”, les asignó tareas iniciales como escribir “Bibi es una dictadora” en papeles y billetes, y grabar videos mientras los quemaban. Posteriormente, los agentes entregaron 1.000 shekels (298 dólares) a cada uno para que filmaran centros comerciales y hospitales, con el objetivo de obtener datos sobre entradas y guardias de seguridad. Los fiscales indicaron que ambos tenían conocimiento desde el inicio de que trabajaban para Irán.
Los acusados tenían previsto viajar a Irán para recibir entrenamiento en tiro y llevar a cabo el asesinato, con una recompensa prometida de 200.000 shekels (60.000 dólares) en criptomonedas por cada ejecución, además de la reubicación de sus familias en Irán. Segal propuso salir de Israel en barco hacia Chipre o Grecia, y recibió 7.000 shekels (2.083 dólares) como adelanto. Las autoridades lo arrestaron en el momento en que organizaba el viaje. Segal también enfrentó cargos por obstrucción de la justicia tras haber borrado mensajes con un agente identificado como “Dior”.
Por su parte, Mark Morgain fue contactado en junio por un agente iraní que le ofreció 2.000 shekels (598 dólares) diarios. Morgain aceptó transportar una granada, pero no logró encontrarla en el lugar indicado, y aun así recibió el pago. Además, grabó la intercepción de un misil durante un enfrentamiento entre Israel e Irán y envió el video a su contacto. Los fiscales afirmaron que Morgain sospechaba que colaboraba con Irán, pero evitó confirmarlo y declaró: “Es irrelevante y no quiero saber”. La policía encontró 800 gramos de estimulantes ilegales en su domicilio, lo que añadió cargos por posesión de drogas.
Datos clave sobre el espionaje iraní en Israel
- Reclutamiento: Agentes iraníes contactan a israelíes por medio de redes sociales, y les ofrecen pagos por tareas simples que progresan hasta convertirse en delitos graves.
- Pagos: Los acusados recibieron desde 1.000 hasta 200.000 shekels, en muchos casos en criptomonedas, por misiones de inteligencia y por planear asesinatos.
- Entrenamiento: Irán tenía la intención de trasladar a los reclutas a su territorio para capacitarlos en el uso de armas de fuego.
- Advertencia policial: Las autoridades exhortan a la población a evitar cualquier contacto con agentes extranjeros y anuncian medidas legales estrictas ante estos hechos.
Incremento de actividades iraníes para infiltrarse en Israel
Los casos de Segal, Mizrahi y Morgain evidencian una táctica empleada por Irán en los últimos dos años. Los agentes de Teherán intentan aprovecharse de ciudadanos israelíes comunes, al comenzar con tareas aparentemente inofensivas que se convierten en acciones de espionaje y violencia. En varias ocasiones, los reclutas desconocen inicialmente la magnitud de sus actos, aunque los fiscales remarcaron que los tres acusados actuaron con plena conciencia de su vinculación con Irán.
El caso de Tiberíades fue relevante por su objetivo: asesinar a una figura de alto rango, posiblemente un científico, según reportes de Canal 12. Los agentes iraníes ofrecieron a los acusados encuentros en Turquía o Grecia para coordinar su traslado a Irán. La actuación inmediata de las autoridades impidió que los planes avanzaran. Sin embargo, los incidentes indican que Teherán constituye una amenaza persistente para Israel.
En el caso de Morgain. Los fiscales informaron que Morgain mantuvo su cooperación a pesar de las sospechas que tenía, lo cual agravó los cargos en su contra. Su arresto en Beersheba fue resultado de una investigación que conectó sus actos con una red organizada de espionaje.
Las autoridades israelíes han incrementado las advertencias públicas respecto a este tipo de actividades. La policía reitera que los ciudadanos deben rechazar cualquier acercamiento de agentes extranjeros. Los casos recientes permiten identificar un patrón concreto: Irán ofrece incentivos económicos para aprovechar vulnerabilidades individuales y conduce rápidamente a los involucrados hacia conductas que comprometen la seguridad nacional.