El Ministerio de Asuntos Exteriores de Israel emitió el jueves una advertencia de viaje a Transnistria, región separatista de Moldavia apoyada por Rusia y fronteriza con Ucrania, tras una serie de explosiones en ese país.
El Ministerio instó a todos los israelíes que se encuentren en Transnistria a que abandonen el lugar lo antes posible y pidió a quienes tengan previsto viajar allí que lo reconsideren.
“Moldavia cuenta con toda la solidaridad de Israel en esta difícil situación”, tuiteó horas antes el embajador israelí Joel Lion.
La advertencia de viaje se produjo después de que Transnistria informara de explosiones el lunes y el martes que afectaron al Ministerio de Seguridad, una unidad militar y una torre de radio de propiedad rusa.
Esto llevó a Moldavia a instar a sus ciudadanos a mantener la calma y a reforzar las medidas de seguridad.
El ministro de Asuntos Exteriores de Moldavia, Nicu Popescu, declaró que Transnistria había anunciado que se impediría a los hombres en edad de combatir “salir de la región, por lo que esto es una señal de que aún no hemos salido de la zona de peligro potencial”.
“Nuestro principal deber es mantener la paz en Moldavia. Moldavia no debe verse arrastrada a ningún tipo de escenario militar en esta región”, dijo en una reunión informativa con periodistas extranjeros.
El líder de Transnistria, Vadim Krasnoselsky, negó la acusación en Telegram el miércoles por la noche, calificándola de “mentiras absurdas” y “fantasías… que no tienen nada que ver con la realidad”.
También el miércoles, el Ministerio del Interior de Transnistria dijo que se produjeron disparos contra una aldea que alberga un depósito de armas ruso después de que sobrevolaran drones desde Ucrania, en medio de la invasión rusa de ese país.
La autoproclamada república de Transnistria se separó de Moldavia en 1992 tras una breve guerra con Chisinau. Desde entonces, unos 1.500 soldados rusos tienen su base allí.
Los temores de desestabilización en la región aumentaron después de que un general ruso dijera que la ofensiva del Kremlin pretendía crear un corredor terrestre a través del sur de Ucrania hasta Transnistria.
Kiev ha acusado a Rusia de querer desestabilizar la región para crear un pretexto para la intervención militar.