El ministro de Sanidad, Nitzan Horowitz, anunció que a partir del 23 de mayo ya no se exigirán máscaras faciales en los vuelos internacionales, ya que el gobierno se propone poner fin a las pocas restricciones que quedan en Israel por el coronavirus.
“No vamos a mantener restricciones innecesarias”, tuiteó Horowitz.
Según la nueva política, a partir del próximo lunes el enmascaramiento solo será obligatorio en los centros médicos y en las residencias de ancianos.
A partir del sábado 21 de mayo, tanto los viajeros israelíes como los extranjeros ya no tendrán que someterse a la prueba de COVID-19 para entrar en el país, ni antes de embarcar en un vuelo ni después de aterrizar.
El ministro también defendió el manejo de la pandemia por parte del gobierno desde que asumió el cargo el año pasado, destacando su oposición a las medidas de bloqueo.
“Dejamos la política de cierres y clausuras y pasamos a una política sana y responsable”, dijo Horowitz. “Estamos proporcionando todas las herramientas médicas y aprendiendo a convivir con el coronavirus”.
Según el informe del sitio de noticias Ynet del lunes, Horowitz y altos funcionarios del Ministerio de Salud en las últimas semanas han discutido la eliminación de las normas de cuarentena para los israelíes que entran en contacto con el COVID.
“Cancelar la cuarentena significa que el coronavirus es como otras enfermedades”, se cita a un alto funcionario del ministerio no identificado.
El funcionario añadió que la medida sería una declaración efectiva de que la pandemia ha terminado.
Las normas actuales exigen que quienes den positivo en las pruebas estén en cuarentena durante cinco días si dan negativo en el cuarto y quinto día, o, en caso contrario, durante siete días, independientemente de que sus síntomas remitan antes.
Según el informe, Horowitz y el director general del Ministerio de Sanidad, Nachman Ash, aún no han formulado una opinión sobre el fin de la cuarentena. Se espera que Sharon Alroy-Preis, directora de los servicios de salud pública del ministerio, se oponga a la medida.
Las cifras del Ministerio de Sanidad publicadas el martes por la mañana mostraban que hay 15.476 infecciones activas en el país, incluidas 108 personas hospitalizadas en estado grave, de las cuales 51 están conectadas a respiradores.
La cifra de muertos se sitúa en 10.806.
Los datos del Ministerio también mostraban que la tasa de transmisión seguía bajando ligeramente después de haber subido por encima de 1 durante otros días, lo que significa que la propagación del virus se está ralentizando de nuevo.