El ministro de Defensa, Benny Gantz, firmó el miércoles una orden por la que se imponen sanciones económicas a 20 personas y organizaciones acusadas de blanquear dinero a nivel internacional para el grupo terrorista Hamás.
Según un comunicado de la oficina de Gantz, Hamás gestiona inversiones por valor de cientos de millones de dólares a través de una red de empresas ficticias “que operan bajo la apariencia de empresas legítimas y ocultan el control de Hamás sobre sus participaciones”.
Estos proyectos, principalmente inmobiliarios y de infraestructuras, operan en Sudán, Turquía, Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudita y Argelia, según el comunicado, que añade que las autoridades locales y las instituciones financieras desconocen que Hamás esté detrás de estas empresas.
El Ministerio de Defensa, junto con el Cuartel General para la Guerra Económica contra el Terrorismo y el Cuerpo de Inteligencia de las FDI, estimó el alcance de las participaciones de Hamás en cientos de millones de dólares.
Entre las empresas mencionadas se encuentran Al-Rowad for Real Estate Development Company Ltd., de Sudán; Anda, una empresa saudí de bienes raíces y construcción; y Sidar Company y Agrogate Holding, con sede en Argelia.
El Ministerio de Defensa identificó a Osama Ali, un miembro del consejo de gobierno de Hamás, diciendo que ha dirigido el sistema de inversión desde 2017, y ha sido designado como terrorista junto con otros funcionarios de Hamás involucrados en el esquema de lavado. El Ministerio de Defensa dijo que Ali mantiene contacto directo con el jefe de Hamás, Ismail Haniyeh, así como con otros funcionarios.
“Este es un anuncio operativo e internacional importante”, dijo Gantz.
“Nuestra política es clara: seguiremos apoyando el flujo de dinero que se destina a los civiles (en Gaza) – y seguiremos frustrando cualquier intento de enviar dinero que se destine a reforzar las capacidades militares de la organización terrorista Hamás”, añadió.
El Ministerio de Defensa señaló que esta medida alinea a Israel con las sanciones que Estados Unidos impuso a los activos de Hamás en mayo, que estimó en más de 500 millones de dólares.
El Departamento del Tesoro de EE.UU. nombró y sancionó a personas que, según dijo, estaban implicadas en las inversiones de Hamás, incluido el anterior gestor de la cartera, Ahmed Sharif Abdallah Odeh, en virtud de una orden ejecutiva de 2001 que permite bloquear las participaciones financieras de personas o grupos designados con el fin de frenar la financiación del terrorismo