Un general de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) advirtió este lunes que las posibilidades de guerra en el norte del país son altas debido a las recientes victorias del presidente sirio, Bashar al Assad, y sus aliados Irán y el grupo terrorista Hezbolá, en la guerra civil del país vecino.
«El año 2018 tiene el potencial de una escalada militar, no necesariamente porque alguna de las partes desee iniciarla, sino por un deterioro gradual. Esto es lo que nos ha llevado a aumentar nuestro nivel de preparación», dijo el general Nitzan Alon, jefe de Operaciones de las FDI, en una poco habitual entrevista a la radio del Ejército.
Según expuso Alon, al Assad está a punto de apagar los últimos focos de las zonas rebeldes en el suroeste del país, a lo largo de las fronteras jordana e israelí, lo cual «facilitaría a los aliados del régimen sirio concentrarse en Israel».
«No estamos permitiendo que este tipo de cosas sucedan sin nuestra intervención. Estamos actuando y continuaremos haciéndolo», afirmó el general, aparentementerefiriéndose a los ataques israelíes en Siria contra objetivos iraníes y de Hezbolá la pasada semana.
En la mañana del 10 de febrero, un drone iraní entró en espacio aéreo de Israel y fue derribado por un helicóptero de la Fuerza Aérea pocos minutos después.
Como respuesta, cazas israelíes efectuaron una serie de bombardeos de posiciones militares iraníes en Siria, los más grandes desde la guerra del Líbano en 1982, incluyendo la base móvil desde donde se pilotaba el drone.
Durante los bombardeos, uno de los F-16 israelíes fue derribado por las defensas antiaéreas sirias y el piloto y el copiloto, que se eyectaron del aparato antes de que se estrellase, sufrieron heridas.
Esto provocó una nueva ronda de ataques, tras la que las FDI aseguraron haber infligido graves daños a las defensas aéreas sirias, destruyendo entre un tercio y la mitad de sus sistemas.
El primer ministro Benjamín Netanyahu mostró ayer un pedazo del drone iraní durante su intervención en la Conferencia de Seguridad de Múnich, acusando a Irán y urgiendo al mundo a reconocer y reaccionar ante esta agresión.
«¿Lo reconoce?», preguntó Netanyahu al representante iraní, Mohamad Yavad Zarif, ministro de Asuntos Exteriores iraní, presente en la conferencia. «Debería, porque es suyo», le espetó.
Para Alon, si hubiera una guerra sería probable que Irán animase a sus aliados a luchar contra Israel desde el Líbano, Siria y, potencialmente, también desde la Franja de Gaza.
Miembros del ejército israelí advierten desde hace años que un posible conflicto con Hezbolá sería devastador tanto para Israel como para el Líbano.