Una ciudadana israelí murió el viernes 21 de marzo tras ser atrapada por una avalancha en los Alpes franceses, cerca de Villaroger, en la región de Savoie. La mujer, que según informes tenía también nacionalidad francesa, formaba parte de un grupo de cinco personas que esquiaban fuera de pista en el sector de Grand Col. El desprendimiento de nieve ocurrió al mediodía y sepultó a la víctima, mientras que los demás integrantes resultaron ilesos.
Las autoridades francesas informaron que la víctima llevaba casco y una baliza de localización. A pesar de estas precauciones y de que el nivel de riesgo de avalanchas era moderado, los equipos de rescate no lograron salvarla. Participaron en el operativo unidades de la Gendarmería de Montaña y servicios médicos de emergencia.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel confirmó que estaba al tanto del accidente e indicó que la embajada en París colaboraba con las autoridades locales. No se divulgó de inmediato la identidad de la fallecida. El trágico suceso en Villaroger, un destino popular por su pista de esquí de 7 kilómetros, reaviva el debate sobre la seguridad de los israelíes en el extranjero, en un año marcado por varias muertes fuera del país.
En enero, cuatro israelíes murieron en Ucrania cuando su minibús colisionó con un camión en una carretera helada cerca de Odesa. Todos eran miembros de una misma familia que viajaba con fines religiosos. Poco después, un joven israelí de 27 años murió en Nepal al estrellarse con su parapente en Pokhara, afectado por ráfagas de viento. En ambos casos, las embajadas respectivas coordinaron la repatriación de los cuerpos.
Otro incidente fatal se registró en febrero en Egipto, cuando un buzo israelí de 34 años murió en el mar Rojo. Aunque sus compañeros lograron rescatarlo tras una falla en su equipo a 40 metros de profundidad, no sobrevivió. La situación se agravó por tensiones diplomáticas derivadas de la guerra en Gaza, que obstaculizaron la asistencia consular.
Siete israelíes han muerto en accidentes fuera del país en lo que va del año. Las autoridades israelíes han reiterado sus advertencias sobre los peligros que enfrentan los ciudadanos durante actividades turísticas en el extranjero, especialmente desde el inicio de la guerra contra Hamás. Aunque la avalancha en Francia no tuvo relación con amenazas terroristas, evidencia los riesgos naturales asociados a deportes extremos.
El grupo esquiaba fuera de las pistas señalizadas, una práctica frecuente pero peligrosa que ya ha cobrado vidas en la zona. En enero, al menos cinco personas murieron por avalanchas en Savoie y Haute-Savoie. La embajada de Israel en París, junto con el Departamento para Israelíes en el Extranjero, atiende el caso, brinda asistencia a los sobrevivientes y gestiona el regreso del cuerpo.
Mientras tanto, Israel enfrentó ese mismo día un ataque con cohetes desde el Líbano sobre la comunidad de Metula, lo que subraya cómo sus ciudadanos enfrentan amenazas tanto internas como en el exterior. La muerte en Villaroger se suma a un periodo especialmente trágico para los viajeros israelíes, recordando que el riesgo puede aparecer incluso en momentos de aparente tranquilidad.