En la Plaza de los Rehenes de Tel Aviv, un grupo reducido inició cánticos y danzas después del anuncio nocturno del acuerdo para liberar a los 48 rehenes restantes. La mayoría de los presentes mantuvo una actitud de cautela, aunque se percibía un ambiente de alivio y expectativa ante la noticia.
Los participantes interpretaron canciones tradicionales israelíes y judías como “Hava Nagila”, “Od Yavo Shalom Aleinu” (“La paz aún vendrá a nosotros”) y “Bashana Haba’a” (“El próximo año”), expresiones culturales de esperanza y anhelo de paz. También entonaron “Shir L’Shalom” (“Una canción para la paz”), recordada por haber sido interpretada por el exprimer ministro Yitzhak Rabin en un mitin en Tel Aviv poco antes de su asesinato en 1995.
El grupo se mantuvo en su posición o formó pequeños círculos de baile, práctica común en las danzas israelíes. Rachel Shani Stopper, una de las líderes, afirmó: “Este es el día más emocionante que tenemos, de lo que podríamos haber esperado. Salimos de nuestras oficinas y vinimos como estaban”.
Stopper, residente de Kfar Saba, asiste a la plaza cada sábado para los mítines, aunque nunca había cantado en el lugar. Explicó que su impulso por cantar surgió como una respuesta espontánea tras meses de tensión.
“Durante dos años hemos contenido la tristeza, el dolor y la frustración, y ahora que acaba de salir, no puedes controlarlo”, dijo. “Sí, estamos esperando verlos aquí, pero la felicidad de que se haya firmado que haya un acuerdo, eso lo saca todo”.
La mujer expresó que no puede imaginar la magnitud del momento cuando los rehenes regresen al país y caminen nuevamente sobre el suelo de Israel.
 
			