El Ministerio de Seguridad Nacional informó al Comité de Seguridad Nacional de la Knéset que los ciudadanos israelíes presentaron 403.000 solicitudes de licencias de armas de fuego desde el 7 de octubre. De estas, 217.000 recibieron aprobaciones condicionales, según los datos entregados a los legisladores.
De las aprobaciones condicionales, 165.000 culminaron en licencias permanentes, mientras que 177.000 solicitudes resultaron rechazadas, conforme a las estadísticas oficiales. Actualmente, 335.000 israelíes poseen licencias de armas de fuego, de acuerdo con el reporte del ministerio.
El incremento en las solicitudes de permisos para portar armas ocurrió tras el ataque perpetrado por Hamás en el sur de Israel, donde 1.200 personas murieron en medio de actos de extrema violencia y 251 fueron secuestradas como rehenes en Gaza. En marzo, Itamar Ben Gvir, ministro de Seguridad Nacional, destacó la aprobación de 100.000 nuevas licencias desde el 7 de octubre y afirmó que un mayor número de armas en las calles contribuye a la seguridad del país. Sin embargo, organizaciones de mujeres expresaron su preocupación por el aumento de armas en los hogares, al señalar que esto eleva el riesgo para las víctimas de violencia doméstica.
Tras los eventos del 7 de octubre, el Ministerio de Seguridad Nacional delegó temporalmente la facultad de aprobar licencias de armas a personal designado por Ben Gvir, empleados de la Knéset y otros funcionarios. Posteriormente, varios de estos casos fueron investigados por la policía ante sospechas de que el ministerio otorgó permisos sin la debida autorización.
En noviembre, el Tribunal Superior de Justicia señaló que las licencias se emitieron “aparentemente sin autorización”.
El Comité de Seguridad Nacional respaldó una medida que extiende los plazos para la capacitación de actualización obligatoria de los propietarios de armas, en respuesta a la situación de seguridad actual.