La Asociación Israelí contra el Cáncer (ACI) ha instado a la población a ser “inteligente bajo el sol” y a salvaguardar su piel y su salud cuando esté al aire libre, ya que el tiempo es cada vez más caluroso y aumenta el número de personas que van a la playa, pasean por el parque o por la calle, hacen picnics y se exponen a la radiación ultravioleta (UV).
Los especialistas de la organización señalan que la exposición a los rayos solares puede provocar daños a corto plazo, como quemaduras y pecas, o a largo plazo, como arrugas, manchas y envejecimiento prematuro de la piel. Las manchas precancerosas, las cataratas y el cáncer de piel pueden deberse a cualquiera de estas causas.
Rayos UV
Se ha establecido científicamente que la exposición a la radiación UV del sol o de las camas de bronceado en interiores es el factor principal en la formación de la mayoría de los casos de cáncer de piel, incluido el mortal tumor maligno conocido como melanoma maligno.
Dado que el 80% de los daños causados por el sol se producen antes de los 18 años, sufrir numerosas quemaduras solares, sobre todo durante la infancia, aumenta el riesgo de padecer un melanoma en etapas posteriores de la vida.
Cuidar a los niños
Proteger a los bebés y niños pequeños es crucial porque representan un grupo vulnerable.
Un recién nacido no debe exponerse al sol en absoluto hasta que cumpla seis meses. Los bebés mayores de seis meses deben llevar ropa que les cubra todo el cuerpo, incluido un sombrero de ala ancha.
Hay que recordar a los niños que lleven un body, idealmente un bañador con mangas, o una camiseta con un tejido denso o una tela que bloquee la radiación mientras estén al aire libre y en el agua. Se aconseja ponerse gafas comunes que bloqueen los rayos ultravioleta.
Al mismo tiempo, hay que cumplir todas las demás normas de seguridad durante las vacaciones de Pascua, incluso si no se está bajo la supervisión de los padres, como cuando se está en campamentos de verano, organizaciones juveniles o grupos deportivos.
El grupo de alto riesgo incluye también a las personas de piel clara propensas a las quemaduras solares, las que tienen numerosos lunares, las que pasan mucho tiempo al sol -como buceadores, surfistas y nadadores-, cuya piel húmeda absorbe mucha radiación, las que tienen antecedentes familiares de cáncer de piel, las que toman medicamentos que hacen que la piel sea más sensible a la radiación solar y las que se han sometido a trasplantes de órganos y reciben tratamiento con regularidad.
¿Dónde puede encontrar seguridad?
Las horas comprendidas entre las 10.00 y las 16.00, cuando la intensidad de la radiación es máxima, deben evitarse en la medida de lo posible.
Utilizar un protector solar de amplio espectro con un FPS igual o superior a 30. Se aconseja aplicar un producto fabricado específicamente para bebés y niños que tenga un FPS de 30 o superior. Aplique el protector solar 30 minutos antes de salir de casa y de nuevo al llegar a la playa o a otra zona expuesta al sol. Cada dos horas hay que refrescar la aplicación, y es preferible utilizar un producto en el que se pueda controlar la cantidad aplicada.
En los días calurosos, consumir más agua le ayudará a evitar deshidratarse, ya que su cuerpo suda y pierde líquidos.