Tres banderas palestinas fueron retiradas por la policía de Jerusalén en el barrio haredí de Mea Shearim, lo que generó el rechazo de sus residentes.
Los habitantes, conocidos por su postura antisionista, respondieron lanzando huevos a los agentes que desmontaban las banderas de un edificio de varios pisos. Según un portavoz policial, los proyectiles no causaron daños a los oficiales.
En el mismo operativo, la policía descubrió un almacén con banderas palestinas, walkie-talkies y carteles con mensajes críticos hacia Israel. Los letreros, escritos en hebreo, inglés y árabe, incluían frases como “Los judíos no son sionistas” y “El judaísmo auténtico siempre se opuso al sionismo y a la existencia del Estado de Israel”.
Las autoridades confiscaron el material y lo trasladaron a la comisaría para una investigación adicional.