Las fuerzas israelíes dispararon y mataron a un palestino cerca de la ciudad de Qalqilya el sábado por la tarde, y los militares afirman que iba en un coche que golpeó a un soldado cuando intentaba eludir el interrogatorio.
Según las FDI, los soldados intentaron detener un vehículo que transportaba a tres empleados palestinos introducidos ilegalmente en Israel desde Judea y Samaria a través de la “zona de costura”, un área al este de la Línea Verde pero al oeste de la frontera de la barrera de seguridad.
Las FDI informaron de que, cuando los soldados se acercaron al vehículo para interrogar al conductor, el vehículo huyó, golpeando e hiriendo levemente a un soldado.
Los funcionarios militares afirmaron que las fuerzas abrieron fuego contra el vehículo después de que este golpeara a un soldado, y supieron que un palestino resultó herido en el intercambio.
Se llamaba Rabi Arfah a-Rabi y tenía 32 años, según el Ministerio de Sanidad de la Autoridad Palestina.
Según el ministerio, recibió un disparo en la cabeza y fue enviado a un hospital de Qalqilya, donde permanece en estado crítico.
No está claro si a-Rabi conducía el vehículo o era solo un pasajero.
En un momento de gran tensión en Judea y Samaria, las FDI declararon que estaban registrando la zona en busca de otros sospechosos y que seguirían examinando el suceso.
También el sábado por la tarde, un joven israelí fue apuñalado y herido de gravedad en el Este de Jerusalén.
Los agentes dispararon y capturaron al adolescente sospechoso, procedente de una localidad de Judea y Samaria cercana a Jerusalén.
Las autoridades israelíes dicen tener pruebas de que un coche palestino intentó embestir un puesto de seguridad en un cruce del norte de Judea y Samaria a primera hora del sábado.
Después de que 19 personas murieran en una serie de incidentes a principios de este año, el ejército de Israel inició una campaña antiterrorista y la ha llevado a cabo activamente desde entonces.
En Judea y Samaria, cuatro soldados han sido asesinados en ataques y operaciones de detención.
También han perdido la vida más de 120 islamistas palestinos; muchos estaban implicados en ataques o combates con las fuerzas de seguridad.