Las Fuerzas de Defensa de Israel han colocado un nuevo sistema que puede disparar por control remoto granadas antidisturbios en la ciudad de Hebrón.
El arma antidisturbios, instalada en un puesto de control de la calle Shuhada de Hebrón, se está probando como parte de un programa piloto y, de momento, sólo se utiliza para disparar granadas de esponja, según informó el ejército al diario Haaretz.
El sistema también es capaz de disparar granadas de aturdimiento y proyectiles con gas lacrimógeno.
“Se está examinando la posibilidad de utilizar un sistema por control remoto para los medios aprobados para la dispersión de disturbios”, dijeron las FDI.
Según Smart Shooter, la empresa que ha desarrollado el sistema, un soldado puede fijar un objetivo y pulsar el gatillo, y el arma antidisturbios se coloca en la posición adecuada antes de disparar.
Un destacado activista palestino local expresó su preocupación por cualquier posible “fallo” del arma antidisturbios, que utiliza inteligencia artificial para procesar las imágenes.
“Lo veo como parte de la transición del control humano al tecnológico. Los palestinos nos hemos convertido en un objeto de entrenamiento de la alta industria tecnológica del ejército israelí, que no rinde cuentas de lo que hace”, declaró Issa Amro al periódico.
Otras tecnologías que las Fuerzas de Defensa de Israel han desplegado en Hebrón -un punto de tensión frecuente entre israelíes y palestinos- también han sido objeto de escrutinio.
En noviembre de 2020, antiguos soldados israelíes revelaron que habían fotografiado a miles de palestinos para crear una base de datos para un amplio programa de vigilancia por reconocimiento facial en la ciudad del sur de Judea y Samaria.
Hebrón, que está dividida en zonas de control israelí y de la Autoridad Palestina, tiene una población de más de 210.000 árabes palestinos y varios centenares de israelíes.