Un nuevo estudio ha revelado que es probable que la COVID prolongada afecte a las mujeres mucho más que a los hombres.
El estudio, publicado el lunes en la revista Current Medical Research and Opinion, revela que las mujeres tienen un 22% más de probabilidades de padecer las Secuelas Post Agudas de la COVID-19 (PASC), más conocidas como “COVID de larga duración”, que los hombres. A continuación se explican las principales diferencias en los síntomas entre ambos sexos.
Tras dos años de pandemia de COVID-19, los investigadores siguen aprendiendo sobre los efectos del virus, incluido el número de personas que padecen “COVID largo”, es decir, cuando los síntomas de la enfermedad persisten mucho tiempo después de la infección.
Un estudio separado, publicado el mes pasado, descubrió que el 30% de las personas tratadas por COVID-19 desarrollaron PASC.
Al analizar los datos de 1,3 millones de pacientes, los investigadores del equipo de salud femenina de la Oficina del Director Médico de Johnson & Johnson en EE.UU. descubrieron que las mujeres con COVID de larga duración presentan una variedad de síntomas que incluyen problemas de oído, nariz y garganta, y trastornos del estado de ánimo, neurológicos, cutáneos, gastrointestinales y reumatológicos, así como fatiga.
En cambio, los hombres son más propensos a sufrir problemas endocrinos, como diabetes y trastornos renales.
¿Por qué las mujeres son más propensas a sufrir un COVID prolongado?
Los investigadores señalaron que ciertas profesiones en las que predominan las mujeres, como la enfermería y la enseñanza, pueden suponer un mayor riesgo de contraer el virus.
“Puede haber disparidades en el acceso a la atención sanitaria en función del género que podrían afectar a la historia natural de la enfermedad, dando lugar a más complicaciones y secuelas”, señala el documento.
Los autores señalan que los estudios sobre las afecciones específicas que provoca el virus, y sus daños a largo plazo en el organismo, han sido poco estudiados en relación con el género.
“Se han notificado diferencias de sexo en los resultados durante brotes anteriores de coronavirus”, dijeron los autores. “Por lo tanto, se podrían haber previsto diferencias en los resultados entre mujeres y hombres infectados por el SARS-CoV-2. Lamentablemente, la mayoría de los estudios no evaluaron ni informaron de los datos granulares por sexo, lo que limitó los conocimientos clínicos específicos por sexo que pueden estar influyendo en el tratamiento”.