El líder espiritual de la comunidad drusa en Israel, el jeque Muafak Tarif, denunció “el ataque brutal y asesino” perpetrado contra un campo de fútbol en Magdal Shams, en los Altos del Golán. “Es imposible imaginar y describir las horribles imágenes de niños y partes de su cuerpo destrozadas esparcidas sobre la hierba”, declaró Tarif, expresando su conmoción.
El jeque Tarif destacó que “un país decente no puede permitirse seguir perjudicando a sus ciudadanos y residentes”, refiriéndose a la violencia que afecta a las comunidades del norte desde hace nueve meses. “Esta noche se cruzaron todos los límites posibles”, agregó.
El ataque con cohetes, atribuido a Hezbolá, dejó un saldo de 10 muertos, en su mayoría niños, según el servicio de ambulancias Magen David Adom. Además, más de una docena de personas resultaron heridas, seis de ellas en estado grave, tres en estado moderado y cuatro con heridas leves. Otros recibieron tratamiento por ansiedad.
Hezbolá, en un comunicado, negó haber lanzado cohetes contra Majdal Shams y rechazó las acusaciones de haber atacado a civiles. El grupo terrorista afirmó no tener conexión con el incidente y consideró las acusaciones como falsas.
Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) aseguraron, tras evaluaciones y análisis de inteligencia, que Hezbolá estaba detrás del ataque. “Hezbolá está detrás del lanzamiento del cohete que impactó en el campo de fútbol en Majdal Shams y causó numerosas víctimas civiles, incluidos niños, a primera hora de esta tarde”, indicó el ejército en un comunicado.