Mandy Damari, madre de la rehén británico-israelí Emily Damari, expresó su temor por la vida de su hija, secuestrada por Hamás el 7 de octubre en Gaza. “Temo que esté muerta”, declaró a la BBC. También expresó su preocupación por las condiciones en que podría estar viviendo: “Si sigue viva, no está recibiendo suficiente comida, no puede lavarse ni beber agua, podría estar enferma”.
Emily, quien tiene heridas de bala en la mano y la pierna, está constantemente en el pensamiento de su madre. “Cada segundo me preocupa, porque podría ser asesinada en cualquier momento solo por estar ahí”, agregó.
Mandy acogió con esperanza las declaraciones de Donald Trump, presidente electo de Estados Unidos, quien afirmó que habrá “un infierno que pagar” si los rehenes no son liberados. “Me hizo un poco más optimista”, comentó.
Emily fue secuestrada del kibutz Kfar Aza, donde el ataque de Hamás dejó 11 muertos y 7 personas secuestradas. El barrio “generación joven” sufrió especialmente el impacto del ataque.
En enero de 2024, Dafna Elyakim, una rehén de 15 años liberada, relató en una entrevista televisiva que había sido llevada junto a su hermana menor, Ella, a los túneles de Hamás. Allí se encontró con otras cinco rehenes aún desaparecidas: Liri Albag, Naama Levy, Romy Gonen, Agam Berger y Emily Damari.