Idit Ohel, madre del rehén liberado Alon Ohel, ofreció una declaración ante los medios en el Hospital Beilinson, acompañada de su esposo y sus dos hijos. Transmitió un mensaje de su hijo, quien expresó haber visto cómo la nación israelí luchó por su regreso y cómo desconocidos sostenían su fotografía, gesto que le dio la fuerza necesaria para resistir el cautiverio.
Ohel afirmó que su hijo se encuentra exhausto tras una experiencia que calificó como inimaginable. “Siempre supimos que tenía la capacidad emocional para sobrevivir, pero honestamente, sus habilidades estaban más allá de lo que podíamos imaginar”, señaló durante su intervención.
Explicó que Alon vivió dos años con metralla en el ojo derecho y en la cabeza, lo que redujo su visión. Añadió que requerirá cirugía y que el personal médico considera posible una mejora significativa en su capacidad visual.
Ohel expresó su agradecimiento a las fuerzas de seguridad de Israel y al gobierno por el acuerdo que permitió la liberación de su hijo. Extendió su reconocimiento al primer ministro Benjamin Netanyahu, al presidente Isaac Herzog y su esposa Michal, al equipo negociador de rehenes, entre ellos Gal Hirsch y Nitzan Alon, y a los embajadores de Alemania y Serbia por la asistencia prestada. También incluyó su gratitud al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y a su personal por su apoyo durante los dos años de cautiverio.
La madre del rehén agradeció a su familia, a sus amigos y “a nuestra nación que estuvo con nosotros y no se detuvo ni un momento, diciendo: ‘No están solos, estamos con ustedes’”. Añadió: “Fuiste la luz al final de nuestro túnel y el túnel de Alon, gracias a ti, no estábamos solos”.
Entre lágrimas, Ohel habló sobre la situación del país y planteó la necesidad de reconstruirlo como un hogar unido e inclusivo. Afirmó que “depende de nosotros asegurarnos de que el nuevo hogar que construyamos aquí sea un hogar completo, que sea un hogar seguro, en el sentido más profundo de la palabra”.
Finalmente, subrayó que Israel debe consolidarse como un país “que respire esperanza y difunda esperanza”.