De los aproximadamente 16.000 estudiantes que fueron evacuados durante la guerra con Hezbolá en el norte de Israel, el 63,7% ha retomado hoy sus estudios, según el medio hebreo Ynet. Además, el 83,3% de los docentes desplazados ha vuelto a impartir clases en la región.
El alto el fuego con Hezbolá, implementado en noviembre, permitió al gobierno avanzar en la restitución de los 60.000 evacuados a sus hogares. No obstante, muchos enfrentan serios obstáculos debido a la magnitud de la destrucción.
La guerra con Hezbolá se desató el 8 de octubre de 2023, cuando Hezbolá, respaldado por Irán, inició ataques con cohetes contra el norte de Israel en apoyo a Hamás, tras la ofensiva de este grupo terrorista en el sur israelí. En total, los enfrentamientos forzaron la evacuación de 60.000 residentes del norte de Israel, y la mitad de ellos aún no ha podido regresar. Del lado libanés, más de un millón de personas huyeron del sur del país, y aproximadamente 100.000 continúan desplazadas, según datos de Naciones Unidas.
Tras más de un año de hostilidades y dos meses de guerra total, que incluyeron la incursión de tropas israelíes en el sur del Líbano, un acuerdo de tregua entró en vigor el 27 de noviembre de 2024. Las autoridades de Israel indicaron que a partir del 1 de marzo los residentes de comunidades fronterizas podrían retornar a sus hogares.
Mientras tanto, el martes un ataque israelí contra un vehículo en el sur del Líbano dejó una víctima fatal. Medios libaneses informaron que un dron “enemigo” lanzó el ataque en el distrito de Tiro, destruyendo un automóvil y causando la muerte de una persona. Un funcionario israelí identificó al muerto como un miembro clave de la unidad Radwan de Hezbolá, una fuerza de élite entrenada para incursiones en el norte de Israel. Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) no emitieron declaraciones sobre el ataque.
Aunque la guerra entre Hezbolá e Israel se redujo tras la tregua del 27 de noviembre, la guerra se mantiene. La escalada comenzó el 8 de octubre de 2023, cuando Hezbolá se sumó a la ofensiva de Hamás disparando cohetes desde el Líbano, lo que obligó a evacuar a 60.000 civiles israelíes. En respuesta, Israel desplegó tropas terrestres en el sur del Líbano y lanzó ataques aéreos el viernes por la noche contra instalaciones militares de Hezbolá y contra varios sospechosos en Gaza, a quienes acusó de atentar contra sus fuerzas.
El ejército israelí también informó haber atacado depósitos de armas y lanzacohetes de Hezbolá en el sur del Líbano, argumentando que representaban una amenaza para la seguridad de Israel y violaban acuerdos con Líbano. Medios libaneses reportaron que un bombardeo aéreo destruyó un vehículo entre Khirbet Selm y al-Jumayjimah, causando la muerte de una persona y dejando a otra gravemente herida.