Cerca de mil personas se congregaron en Jerusalén y marcharon en silencio hacia la residencia del primer ministro Benjamin Netanyahu, manifestando su descontento con su gobierno y demandando un acuerdo inmediato sobre los rehenes.
A causa del ataque con cohetes de Hezbolá en Majdal Shams, ciudad de mayoría drusa en los Altos del Golán, que dejó 11 muertos y 30 heridos, los manifestantes evitaron corear consignas.
Tomer Lev, un activista al frente de la marcha, declaró: “Este gobierno tiene el privilegio de hacer una sola cosa: rescatar a los rehenes y volver a casa en silencio… Merecemos un gobierno que se preocupe por todos, judíos y árabes”.
Lev añadió: “Caminaremos en completo silencio para mostrarle a este gobierno exactamente lo que tiene que hacer”.
En la próxima manifestación frente a la residencia de Netanyahu, los manifestantes observarán un minuto de silencio en honor a las víctimas del ataque de Hezbolá.