El líder de la poderosa milicia chií iraquí Harakat Hezbolá al-Nujaba se comprometió el martes a ponerse de pie junto a su aliado libanés Hezbolá si estalla una nueva guerra con Israel.
Harakat Hezbolá al-Nujaba y Hezbolá han luchado codo con codo para reforzar las tropas del régimen genocida de Siria desde 2013.
El martes, el secretario general del movimiento, Akram al-Kaabi, visitó la tumba del principal comandante terrorista de Hezbolá, Imad Mughniyeh, para conmemorar los 10 años desde su muerte.
«Nosotros en la resistencia iraquí estamos con Hezbolá, y estaremos de parte de Hezbolá en cualquier ataque o acción israelí contra ellos», dijo Kaabi.
Se comprometió a luchar «con Hezbolá en una sola fila, en un frente único, como estuvimos con ellos en un frente único en Irak o Siria».
Kaabi habló en los suburbios del sur de Beirut, donde Hezbolá tiene una fuerte base de apoyo.
Tanto Harakat Hezbolá al-Nujaba como Hezbolá están respaldados por Irán. Lucharon junto a las tropas del gobierno sirio y otros grupos aliados para expulsar a IS de ciudades clave en el este de Siria el año pasado, incluido Albu Kamal.
Hezbolá también ha enviado altos comandantes y asesores a Irak para ayudar a la fuerza paramilitar Hashed al-Shaabi.
En junio, el jefe de Hezbolá, Hassan Nasrallah, advirtió que cientos de miles de combatientes árabes y musulmanes estarían listos para luchar contra Israel en una guerra futura.
«Abrirá la puerta para que cientos de miles de combatientes de todo el mundo árabe e islámico participen en esta lucha: desde Irak, Yemen, Irán, Afganistán, Pakistán», dijo.
Kaabi es el segundo máximo líder de la milicia iraquí en los últimos meses en venir a Líbano en una muestra de apoyo a Hezbolá.
El comandante en jefe Hashed Qais al-Khazali, que dirige la milicia Asaib Ahl al-Haq, visitó el sur del Líbano en diciembre.