Los inspectores han incautado aproximadamente 130,000 huevos que estaban siendo introducidos de contrabando en Israel desde las zonas de Judea y Samaria controladas por los palestinos, informó el Ministerio de Agricultura.
Se sospecha que estos huevos estaban destinados a distribuirse en mercados y supermercados a lo largo del país. Además, se descubrió que los huevos habían sido marcados con sellos falsos para disipar sospechas.
La incautación ocurrió días antes de la celebración de Pésaj, una festividad en la que los huevos desempeñan un papel fundamental, no solo como parte del Séder, sino también como ingrediente esencial en diversas recetas que se ajustan a las restricciones dietéticas del evento.
El ministerio advirtió que los huevos que no se producen bajo protocolos establecidos pueden representar un riesgo para la salud, y confirmó que los productos incautados fueron enviados para su destrucción.