Un informe actualizado de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) confirmó que un misil lanzado por Hezbolá desde el Líbano fue interceptado a 12 kilómetros de altitud, pero no detonó tras el impacto del interceptor.
El proyectil se fragmentó en el aire, pero la ojiva y otros restos cayeron sobre Ramat Gan, un suburbio de Tel Aviv, causando una explosión en un edificio.
El incidente dejó varios heridos, incluyendo una persona en estado grave, y ocasionó daños significativos a las estructuras cercanas. Los fragmentos del misil impactaron con fuerza en la zona urbana, agravando las consecuencias del ataque.
Por otra parte, las FDI investigan el ataque con cohetes en Shfar’am, al norte del país, donde una mujer murió al refugiarse en una habitación reforzada que no cumplía con los estándares de construcción. El ataque, atribuido también a Hezbolá, involucró el lanzamiento de cuatro cohetes Fajr-5, tres de los cuales fueron interceptados por el sistema de defensa aérea.
El cuarto cohete golpeó el techo de un edificio de tres pisos. Según el informe, Safaa Awad, de 41 años, buscó refugio en una habitación reforzada durante las sirenas, pero las baldosas de cerámica inadecuadas en las paredes se rompieron tras el impacto, causando heridas fatales.