murió a los 88 años Aliza Magen, pionera del Mossad y única mujer que alcanzó su subdirección en casi siete décadas de historia.
Murió en Jerusalén la exsubdirectora del Mossad a los 88 años
Aliza Magen, única mujer que ocupó la subdirección del Mossad, murió el 14 de abril de 2025, según informó la Oficina del primer ministro de Israel. Su carrera dentro del organismo de inteligencia israelí dejó una huella profunda en la historia de esta institución altamente reservada.
Originaria del barrio de Rehavia, en Jerusalén, Magen nació en 1937 en el seno de una familia judía alemana. El entorno familiar y el contexto político de la región influyeron en su decisión de ingresar al Mossad en 1958, cuando tenía 21 años. Su dominio del alemán y su aguda capacidad analítica la posicionaron como una candidata ideal en un periodo marcado por tensiones geopolíticas.
Durante sus primeros años, se destacó como analista y ganó la atención del entonces director Isser Harel, quien la incorporó a misiones de alto riesgo. Una de sus primeras operaciones importantes fue el caso del niño Yossele Schumacher, secuestrado por sus abuelos en 1960. Magen localizó a un cómplice en Europa y obtuvo información clave que permitió el rescate del menor en 1962.
En las décadas de 1960 y 1970, participó en múltiples misiones encubiertas. En Salzburgo, Austria, intentó reclutar a un científico alemán que colaboraba con el programa de misiles egipcio. Posteriormente, fue destinada a la estación del Mossad en Alemania, donde recopiló información sobre redes vinculadas a grupos hostiles a Israel.
Hechos destacados en la trayectoria de Aliza Magen
- 1958: Ingresó al Mossad a los 21 años.
- 1962: Participó en el rescate del niño Yossele Schumacher en Nueva York.
- 1972: Contribuyó a la Operación Ira de Dios tras la masacre de Múnich.
- 1997: Se convirtió en la primera y única mujer subdirectora del Mossad.
- 1999: Se retiró tras más de 40 años de servicio.
Su papel clave en operaciones encubiertas de alto perfil
La participación de Magen en operaciones internacionales fue constante y determinante. En la Operación Ira de Dios, iniciada tras el asesinato de 11 atletas israelíes en los Juegos Olímpicos de Múnich de 1972, jugó un papel esencial en la identificación de los objetivos perseguidos por el Mossad.
Con Zvi Zamir como director de la agencia, Magen aportó inteligencia crítica desde distintas ubicaciones en Europa y Oriente Medio. Aunque los detalles exactos de su participación se mantienen clasificados, su aporte resultó decisivo en una de las campañas más emblemáticas del Mossad.
Gracias a su capacidad analítica y su habilidad para trabajar en contextos complejos, consolidó su reputación dentro de la comunidad de inteligencia israelí. Su trabajo contribuyó a la ejecución precisa de operaciones que requerían una coordinación y sigilo excepcionales.
Estas misiones reforzaron su imagen como una agente versátil, con un entendimiento profundo de los equilibrios regionales y las amenazas globales que enfrentaba Israel durante la Guerra Fría.
Ascenso a la subdirección y legado institucional
Después de casi cuatro décadas de servicio, Magen fue nombrada subdirectora del Mossad en 1997. Ocupó el cargo durante los mandatos de Shabtai Shavit, Danny Yatom y Efraim Halevy. Su nombramiento marcó un precedente en una institución históricamente liderada por hombres.
Durante su gestión, Magen coordinó operaciones clave en un contexto global caracterizado por el auge del terrorismo internacional y los cambios estratégicos tras el fin de la Guerra Fría. Supervisó la planificación y ejecución de misiones de inteligencia con una visión integral.
El reconocimiento de su liderazgo llegó desde dentro y fuera de la institución. Su ascenso simbolizó la posibilidad de romper barreras de género en organismos tradicionalmente cerrados.
En su rol como subdirectora, Magen también se involucró en el diseño de programas de formación para nuevos agentes, promoviendo una cultura operativa basada en la eficacia y el compromiso con la seguridad nacional.
Homenajes tras su muerte y perfil reservado
El actual director del Mossad, David Barnea, y otros miembros activos y retirados de la agencia destacaron el legado de Magen tras su Muerte. La describieron como una figura que marcó el desarrollo institucional del Mossad.
Según la declaración oficial, Magen fue considerada un referente por su liderazgo y por el impacto que tuvo en la formación de generaciones de agentes. Su visión estratégica ayudó a moldear los valores operativos del Mossad.
A lo largo de su vida, evitó la exposición pública. Incluso después de su retiro, mantuvo un perfil bajo y rara vez aceptó entrevistas. Su discreción fue coherente con la cultura del Mossad.
Compañeros de trabajo la definieron como una líder exigente y respetada. Su capacidad para anticipar amenazas y gestionar situaciones de alta complejidad la convirtió en una de las agentes más influyentes de su tiempo.