La adolescente iraní Armita Garawand ha muerto un mes después de caer en coma tras un polémico incidente en el metro de Teherán, según los medios de comunicación de la República Islámica.
“Armita Garawand, estudiante en Teherán, murió hace una hora tras un tratamiento médico intensivo y 28 días de hospitalización en cuidados intensivos”, informa la agencia de noticias Borna, afiliada al ministerio de Juventud.
La joven de 16 años, de etnia kurda, fue hospitalizada en Teherán tras caer inconsciente en el metro.
Su caso fue denunciado por primera vez el 3 de octubre por el grupo de defensa de los derechos de los kurdos Hengaw, que afirmó que había resultado gravemente herida durante un incidente en la red de metro.
Las autoridades afirman que sufrió una repentina bajada de tensión y niegan que se produjeran “altercados físicos o verbales” entre ella y otros pasajeros.
Sin embargo, grupos de defensa de los derechos humanos han afirmado que la adolescente resultó gravemente herida durante una presunta agresión por parte de miembros de la policía de moralidad iraní.
El suceso se produjo poco más de un año después de la muerte de Mahsa Amini, también joven kurda iraní, tras ser detenida por la policía de moralidad por infringir supuestamente el estricto código de vestimenta iraní para las mujeres, en un incidente que desencadenó protestas masivas en toda la República Islámica.