El jueves, el Primer Ministro Benjamín Netanyahu anunció que Israel no iba a levantar más restricciones respecto a la economía debido al aumento de los niveles de incidencia del coronavirus.
Durante una ceremonia en el Ministerio de Salud que marcaba el nombramiento de un nuevo director general, señaló que el aumento de portadores diagnosticados significaba que se dejaría en suspenso una nueva fase prevista de flexibilidad de las restricciones, destinada a restablecer la plena capacidad de la economía.
“Vamos a detener la reapertura de la economía, por lo menos hasta que podamos ver el estancamiento de la curva”, afirmó Netanyahu, refiriéndose al gráfico de nuevos casos cada día, que ha visto una trayectoria ascendente en los últimos días.
Durante la última semana, el número de nuevos casos diarios ha ido aumentando constantemente, con más de 250 casos diagnosticados en algunos días. Más de 300 israelíes han muerto hasta ahora a causa de la COVID-19, la enfermedad respiratoria causada por el virus, aunque se ha logrado el objetivo final de evitar una afluencia masiva de pacientes en los hospitales, en parte debido a los estrictos cierres de abril.