La única víctima con heridas graves en Israel tras el ataque con cohetes y aviones no tripulados de Irán el 14 de abril, una niña de 7 años, ha sido dada de alta del Centro Médico Soroka en Beersheba.
Amina Hassouna sufrió una lesión en la cabeza por metralla de un misil balístico interceptado que cayó sobre su casa en Al-Fura, cerca de Arad, en la región del Néguev. La menor fue ingresada con un traumatismo craneoencefálico severo.
En Soroka, un equipo multidisciplinario estabilizó su estado y llevó a cabo diversas neurocirugías en colaboración con otros departamentos del hospital.
La lesión de Hassouna fue descrita como “grave, compleja y devastadora” por el Dr. Miki Gideon, jefe de neurocirugía pediátrica, quien lideró las intervenciones quirúrgicas.
A pesar de la gravedad de las heridas, el Dr. Gideon destacó la determinación del equipo médico para salvar la vida de la niña. “Ver a Hassouna plenamente consciente, comunicándose y sonriendo llena nuestros corazones de esperanza y fortalece nuestras manos”, expresó Gideon.