Noa Argamani, rehén israelí rescatada por las FDI en junio, compartió su experiencia de cautiverio, revelando que resultó gravemente herida en un ataque aéreo israelí y no recibió atención médica de sus captores.
En una reunión en la residencia presidencial de Jerusalén, Argamani detalló que un misil de la Fuerza Aérea israelí impactó el edificio donde estaba retenida, dejándola con moretones y sangrando, sin recibir ayuda. “Nadie vino a ayudarme, ni la Cruz Roja, ni médicos, nadie”, explicó.
Tras su regreso a Israel, los médicos dijeron que su recuperación fue un “milagro médico”. Además, alertó sobre el destino de los más de 100 rehenes que permanecen cautivos, temiendo que su situación sea aún más grave.
El presidente Isaac Herzog, en conmemoración del Día Internacional de los Derechos Humanos, destacó la preocupación por el bienestar de los rehenes y anunció que se busca un acuerdo global para su liberación.