En el inicio de un “día de disrupción” convocado por grupos de protesta, los activistas se reunieron en el kibutz Or Haner, cercano a la frontera con Gaza, para soltar globos negros y amarillos en memoria de los nueve meses transcurridos desde la masacre de Hamás del 7 de octubre.
Los globos fueron lanzados desprendiéndose de carteles que representaban a las comunidades del sur atacadas en esa fecha. El 7 de octubre, miles de terroristas cruzaron la frontera hacia Israel por tierra, aire y mar, y provocó la muerte de aproximadamente 1.200 personas y la toma de 251 rehenes, la mayoría civiles, muchos de ellos sometidos a brutalidad y agresión sexual.
Actualmente, se estima que 116 rehenes capturados por Hamás el 7 de octubre permanecen en Gaza (no todos vivos), después de que 105 civiles fueran liberados durante una tregua de una semana a finales de noviembre, y otros cuatro rehenes fueran liberados previamente.
Las fuerzas han logrado rescatar con vida a siete rehenes y han recuperado los cuerpos de 19, incluyendo a tres que fueron asesinados accidentalmente por los militares.
Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) han confirmado la muerte de 42 rehenes que aún estaban en poder de Hamás, basándose en nueva información y hallazgos obtenidos por las tropas en operaciones en Gaza.
Desde el 7 de octubre, una persona sigue desaparecida y su destino permanece desconocido.