La principal dificultad en las conversaciones en Doha entre Israel y Hamás radica en definir cuántos y quiénes serán los rehenes liberados en la primera fase del acuerdo, según afirmó un funcionario israelí a The Times of Israel.
Para Israel, la posibilidad de alcanzar una segunda fase del acuerdo es mínima, por lo que sus esfuerzos se enfocan en liberar la mayor cantidad posible de personas en esta primera etapa. Las autoridades consideran clave maximizar los resultados, pues no confían en que Hamás esté dispuesto a realizar más liberaciones posteriores.
El funcionario señaló que, aunque esperan que este acuerdo inicial motive un nuevo pacto, Hamás no planea liberar a todos los cautivos. “No lo harán a menos que Israel declare el fin de la guerra, y eso no ocurrirá”, aseguró la fuente.
Otro punto crítico, según el mismo funcionario, es que Hamás aún no ha proporcionado un listado oficial de los rehenes que continúan con vida, lo que complica las negociaciones y genera incertidumbre en las autoridades israelíes.
Por otro lado, la reunión de seguridad que dirigirá esta tarde el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, fue adelantada de su fecha original prevista para mañana. Durante el encuentro, aunque se priorizarán los temas relacionados con el Líbano, también se abordará la situación de los rehenes en Doha.