Ahmad Hamarsheh, el padre del terrorista de Bnei Brak que mató a cinco israelíes, dice a The Times of Israel que descubrir la participación de su hijo en el ataque fue una “sorpresa”.
“Si hubiera sabido lo que iba a hacer, nunca le habría dejado marchar”, afirma Hamarsheh, que añade que vio a su hijo por última vez seis horas antes del atentado. “¿Alguien quiere que su hijo muera así?”.
El hijo de Hamarsheh, Diaa, de 27 años, se coló por una brecha en la valla para entrar en Israel. El lunes por la noche, abrió fuego contra israelíes en Bnei Brak en el ataque terrorista más sangriento desde 2014.
Diaa era un hombre “serio”, pero “nunca habría imaginado que tenía esta idea en la cabeza”, dice Hamarsheh.
“Debemos acabar con este ciclo de violencia”, añade.
Pero Hamarsheh dice que no llamará terrorista a su hijo fallecido.
“¿Alguien llamaría terroristas a los soldados que matan a nuestros hijos y nos disparan?” pregunta Hamarsheh retóricamente. “En cuanto lo hagan, me levantaré a la mañana siguiente y llamaré terrorista a mi hijo”.