Los pasajeros de vuelos procedentes de China con destino a Israel sólo podrán embarcar tras obtener un resultado negativo en la prueba del coronavirus, debido al aumento de las tasas de infección en China, según decidió el viernes el ministro de Sanidad, Arye Deri.
Deri también ordenó el establecimiento de un centro de pruebas voluntarias para los pasajeros que lleguen de China a Israel en el aeropuerto Ben-Gurion.
El Ministerio de Sanidad recomienda a los ciudadanos israelíes que eviten viajar a China a menos que sea absolutamente necesario.
El brote de coronavirus sigue acelerándose en China
Alrededor de 9.000 personas mueren probablemente cada día en China a causa del virus COVID-19, según informó el jueves la empresa británica de datos sanitarios Airfinity, duplicando prácticamente su estimación de hace una semana, a medida que las infecciones se propagan por la nación más poblada del mundo.
Las infecciones por COVID empezaron a extenderse por China en noviembre, y se aceleraron este mes después de que Pekín desmantelara sus políticas de cero COVID, que incluían la realización periódica de pruebas PCR a su población y la publicación de datos sobre casos asintomáticos.
Varios países, entre ellos Japón, España, Italia y Estados Unidos, ya han emitido órdenes exigiendo a los pasajeros procedentes de China que se sometan a las pruebas del coronavirus antes de embarcar en los vuelos.
La Unión Europea debe considerar la posibilidad de ampliar inmediatamente la secuenciación genómica de las infecciones por COVID-19 y la vigilancia de las aguas residuales, incluidas las de los aeropuertos, para detectar cualquier nueva variante, dado el aumento del virus en China, declaró el viernes el responsable de sanidad del bloque.