La policía comunicó el domingo que abrió pesquisas por un presunto asesinato-suicidio en Bat Yam, en el centro del país. En una calle hallaron a un hombre inconsciente; llevaba consigo un cuchillo manchado de sangre, según el parte y los equipos de emergencia acudieron al lugar.
Los sanitarios lo trasladaron al Centro Médico Wolfson en estado crítico y allí los médicos confirmaron su muerte, indicó la policía. Los agentes fueron luego a su vivienda; tumbaron la puerta y encontraron a una mujer de unos 70 años con puñaladas mortales, fallecida en el sitio.
Las autoridades registraron el caso como presunto asesinato-suicidio y anunciaron una investigación formal. Versiones sin corroborar apuntan a que las dos personas eran madre e hijo. La policía recordó que en los últimos meses se repitieron episodios parecidos, presuntos o confirmados, en distintos puntos de Israel.
En septiembre, un hombre disparó contra su exmujer embarazada y la mató en el barrio de Gilo, en Jerusalén. Tras el ataque, se causó lesiones graves a sí mismo, en un hecho que la policía consideró un intento de suicidio, según los reportes de entonces.
En abril, un chico de 13 años encontró a sus padres sin vida en su casa de Jerusalén. Los investigadores lo vincularon a un aparente asesinato-suicidio: el marido disparó a su esposa con un arma para la que tenía permiso y luego se quitó la vida, según las sospechas.
En junio, una mujer de 51 años apareció muerta a puñaladas en un apartamento de Bat Yam. Su pareja quedó como principal sospechoso y se atrincheró en la azotea del edificio. La policía sostuvo un pulso de varias horas; al término del operativo, el hombre saltó al vacío.
Alrededor de dos semanas más tarde, la policía señaló a un hombre como sospechoso del asesinato de su madre anciana. La investigación lo situó en Rehovot, donde subió a una azotea y también se lanzó al vacío, de acuerdo con los reportes policiales del mismo modo que en casos previos.
