Medios hebreos informaron que la policía israelí recuperó en Tel Aviv el teléfono celular de Jojo Rabia, padre de dos hombres asesinados por terroristas de Hamás en la masacre del 7 de octubre, después de que fuera robado a inicios de la semana. El aparato contenía fotografías, grabaciones y conversaciones con sus hijos, que Rabia creyó perdidas hasta que los investigadores le indicaron que podrían restaurarse.
Durante la noche del jueves, agentes allanaron un apartamento en Holon y arrestaron a un trabajador migrante sudanés sospechoso de sustraer el dispositivo. El teléfono estaba en posesión del detenido, pero sus datos habían sido borrados. Rabia había solicitado ayuda pública días antes al advertir que le faltaba el aparato.
“Todo estaba en ese teléfono, todos los recuerdos de mis hijos”, declaró Rabia. “Fotos, grabaciones, conversaciones finales. Todos los recuerdos se habían ido”. El viernes señaló que amigos de sus hijos abrieron grupos de WhatsApp para compartir materiales y recuerdos, lo que le permitió reunir más imágenes que antes.
Rabia agradeció a la policía y a los ciudadanos por su colaboración. “Todo el país se unió para buscar este teléfono. Es simplemente increíble. La policía hizo un trabajo increíble y no es fácil encontrar un teléfono como ese”, afirmó. Yuval y Noam Rabia, de 33 y 30 años, fueron asesinados el 7 de octubre de 2023 en el festival de música Psyduck, cerca del kibutz Nirim, junto con Noy Zaafrani, prometida de Yuval.
Noam, conocido por sus amigos como “Nomzy”, fue recordado como una persona alegre que disfrutaba bailar. Yuval fue conmemorado como artista y músico talentoso. El festival Psyduck, una fiesta de trance al aire libre, coincidió ese fin de semana con el festival Supernova.