Agentes de policía y del Shin Bet capturaron a tres personas, entre ellas un padre y su hijo, bajo sospecha de planear ataques terroristas contra civiles y fuerzas de seguridad israelíes. Según la policía, los detenidos preparaban un ataque con bomba en un puesto de control en el norte de Jerusalén, la muerte de un individuo identificado como piloto de la fuerza aérea israelí y disparos en un club nocturno del centro del país.
Un investigador policial de alto rango calificó la investigación como “uno de los casos más graves que hemos manejado en la unidad” y afirmó que el arresto evitó un ataque con víctimas masivas. La pesquisa se inició cuando el padre, residente en Kufr Aqab junto a su hijo, se acercó a un policía encubierto para ofrecer explosivos destinados a ataques terroristas.
El padre y el hijo trabajaron como cocineros en un restaurante y una casa de retiro en el centro de Israel, de acuerdo con Ynet. El medio informó que el padre es un musulmán árabe que contrajo matrimonio y tuvo un hijo con una mujer judía israelí, de quien se divorció posteriormente. El hijo, judío por su madre, se convirtió al Islam tras ser inhabilitado para servir en las FDI por causas aún no esclarecidas.
La unidad de investigación e inteligencia de la policía del distrito de Jerusalén arrestó a la pareja a fines de junio. En los allanamientos realizados en sus residencias se incautaron componentes para fabricar bombas, municiones y artefactos explosivos caseros listos para usar, informó la policía.
El tercer sospechoso, un hombre de unos 20 años residente en el Este de Jerusalén, fue detenido por su presunta colaboración en la preparación y ocultación de explosivos junto al padre. También se le atribuye la planificación de ataques contra las fuerzas de seguridad. La policía informó que se presentó una declaración del fiscal y que los tres serán acusados por delitos contra la seguridad en los próximos días.