Las orejas de soplillo rompen la simetría de la cara y provocan acoso y burlas, por lo que la cirugía de fijación de orejas se ha hecho muy popular entre los niños. Suele ser habitual realizar esta intervención alrededor de los seis años, antes de empezar el primer curso.
En esta etapa, la oreja está completamente desarrollada, y los niños empiezan a verse cada vez más afectados por las burlas y el acoso de los compañeros de clase sobre el aspecto de las orejas.
Recientemente hemos visto a jóvenes adultos de entre 20 y 30 años que han decidido tomar cartas en el asunto y corregir el aspecto de sus orejas y su cara mediante la cirugía.
Como ya se ha mencionado, a diferencia de otras cirugías estéticas, el procedimiento de fijación de orejas es habitual, especialmente en los niños.
El número de cirugías de fijación de orejas en Israel casi se ha duplicado en los últimos años. En 2020 se realizaron unas 700 cirugías, frente a solo 400 en 2018. En Estados Unidos, la capital mundial de la cirugía, hubo un salto de más de 23.000 cirugías en 2018 a 53.000 en dos años.
Las razones para el aumento de la demanda de cirugía varían, pero desde los adultos jóvenes, es posible ver dos factores principales.
Las redes sociales
Hace una década se lanzó Instagram y cambió la forma de ver nuestras fotos.
Ahora, con Tiktok y aún más medios de comunicación social, ya no es posible escapar de las fotos y la documentación de masas, e incluso aquellos que no están en Facebook y otras plataformas son fotografiados por amigos, hijos o familiares.
Al igual que la nariz en el centro de la cara, las orejas también tienen un efecto dramático en la apariencia facial, y por eso la gente busca una solución estética a largo plazo.
Coronavirus
Al igual que las redes sociales, los encuentros con el zoom también han hecho que todos nos veamos a nosotros mismos de una forma ligeramente diferente. De repente, nuestros rostros se han convertido en la representación exclusiva de nosotros ante el mundo exterior.
A diferencia de las redes sociales, en las reuniones virtuales es difícil cubrir toda la cara con un filtro, así que ésta es otra razón para arreglar las orejas de soplillo.
Qué se hace en la cirugía de orejas de soplillo
Este procedimiento común es en realidad el único tratamiento disponible para fijar las orejas hoy en día y su objetivo es fijar los pabellones auriculares, la parte visible de la oreja al cuero cabelludo y, si es necesario, producir un pliegue que imite la forma anatómica del pabellón auricular.
La cirugía, que dura aproximadamente una hora y media, puede arreglar varias deformidades de las orejas, fijarlas al cráneo, producir un aspecto simétrico y crear una especie de pliegue interno de la oreja para las personas que no han nacido con un pliegue como los demás.
Para reducir el ángulo entre el cráneo y las orejas, se puede fijar y sujetar la oreja al cuero cabelludo utilizando uno de los dos tipos de puntadas existentes: La puntada de la técnica Mustardé, cuando es necesario producir el pliegue de forma artificial, o la puntada Furness, que se utiliza para fijar el pabellón auricular a la piel del cuero cabelludo.
Diversas técnicas permiten a los cirujanos dar forma a las orejas de forma artística y adaptarlas a la estructura de la cara para conseguir el aspecto deseado y óptimo que desean los pacientes. El cirujano debe tener un conocimiento preciso de la anatomía de la oreja y, preferiblemente, una gran experiencia en este campo.
La elección de la técnica deseada, combinada con la experiencia y un cuerpo médico responsable, permitirá obtener el mejor resultado, además de proporcionar tranquilidad en los casos en que se requiera un tratamiento posterior. Una regla general en la cirugía plástica es que se trata de una cirugía como cualquier otra, por lo que no se corren riesgos innecesarios.
Cirugía que cambia vidas
Una cirugía exitosa puede cambiar mucho la vida. Los padres de un niño encantador de la región central que nació con orejas de soplillo acudieron a mí. Los niños de su guardería empezaron a hacer comentarios sobre su aspecto y sufría burlas que aumentaban con el tiempo.
Los padres decían que el niño hablaba en voz baja, rehuía los actos sociales y las fiestas de cumpleaños y había vuelto a mojar la cama.
Tras un proceso preliminar para decidir la mejor técnica quirúrgica, realizamos la cirugía de fijación de las orejas al principio de las vacaciones de verano, antes de que empezara el primer curso, de modo que ya en mitad del verano se podía ver el cambio drástico en el aspecto del niño.
En la cita postquirúrgica y en la correspondencia con los padres, éstos dijeron que al final del primer año escolar el niño es “abierto” y no sufre problemas sociales ni rehúye los eventos sociales. Tiene muchos amigos y dicen que ha tenido un nuevo comienzo.