El alcalde de Ramat Gan convocó a su consejo municipal el miércoles para proponer que una de las estaciones de tren ligero de la ciudad pase a llamarse Joe Biden, en reconocimiento al apoyo de Biden a Israel durante la guerra con Hamás. La ciudad no tiene autoridad para hacer ese cambio, pero puede solicitar que el Ministerio de Transportes lo haga en su nombre. La propuesta fue aprobada por 12 votos a favor y 6 en contra.
“A partir del sábado 7 de octubre, el Estado de Israel es un país diferente”, dijo el alcalde, Carmel Shama HaCohen. “En medio de todo el caos y la oscuridad, todos fuimos testigos de un poderoso rayo de luz, en la forma del presidente de los Estados Unidos. Las declaraciones del presidente Biden salen del corazón”, añadió HaCohen, “como si fuera israelí o judío”.
Miembros de la oposición dijeron que era demasiado pronto para hacer un gesto así y que las conmemoraciones deberían esperar hasta que la guerra haya terminado.
También hubo cierta preocupación por que este honor pudiera eclipsar la atención prestada a las víctimas del ataque de Hamás, a los rehenes actualmente cautivos o a los soldados caídos y sus familias. El alcalde insistió en que el reconocimiento de esas personas seguía siendo la prioridad y que homenajear al presidente Biden no iría en detrimento del reconocimiento de los israelíes caídos.
Una voz discrepante fue la del teniente de alcalde Roi Barzilai, que culpó al presidente Biden del fracaso del gobierno israelí a la hora de aprobar su controvertida reforma judicial. Ante esta objeción, otro miembro de derechas del ayuntamiento, que apoyaba la reforma, dijo que no era el momento de discutir ese asunto.
“Queremos apoyar que la estación lleve el nombre de Biden”, dijo, “que está al lado de Israel en su hora difícil”.
El metro ligero no es ajeno a la polémica
Ramat Gan cuenta con dos estaciones de metro ligero: la estación de Bialik, en la intersección de las calles Jabotinsky y Bialik, y la estación de la Bolsa, en la calle Abba Hillel, que ahora cambiará de nombre. Forman parte de la Línea Roja de Tel Aviv, inaugurada en agosto.
El sistema de metro ligero de Tel Aviv fue fuente de controversia antes del estallido de la guerra, con duelos entre políticos laicos y religiosos sobre si los trenes debían funcionar en Shabat.
También ha habido controversia sobre a quién se debe permitir construir el sistema: se han concedido licitaciones a empresas constructoras chinas afiliadas al Estado, incluida la Corporación de Construcción de Ingeniería Civil de China, que recibió unos 500 millones de dólares para trabajar en la Línea Roja.
Tanto la administración Biden como la administración Trump antes que ellos han advertido a Israel de que la inversión china podría dar lugar a brechas de seguridad. La administración Biden incluso prohibió a uno de estos grupos, la China Railway Construction Company, recibir cualquier inversión estadounidense, citando sospechas de vínculos con la industria de defensa china.