Judith Raanan y su hija Natalie, originarias de Chicago, fueron secuestradas por Hamás el 7 de octubre mientras se encontraban en Israel para celebrar un cumpleaños familiar y la festividad judía de Simjat Torá.
Tras su cautiverio, ambas fueron trasladadas a un hospital de Gaza, donde, según Judith, las enfermeras expresaron su alegría por recibir a una “prisionera” israelí. Esto ocurrió en el contexto de un ataque de Hamás, que se saldó con la captura de 251 rehenes.
Las dos fueron liberadas el 20 de octubre, convirtiéndose en las primeras de los dos únicos rehenes liberados unilateralmente por los terroristas de Gaza.
En una entrevista para NewsNation, Raanan, de 59 años, compartió detalles sobre su experiencia, destacando la reacción de las enfermeras al entrar en el hospital: “En cuanto entramos, todas las enfermeras se pusieron en pie y aplaudieron así”, recordó. A pesar de la aparente celebración, Raanan percibió una atmósfera de miedo, especialmente hacia una enfermera que dirigía las celebraciones.
Además, durante su estancia en Gaza, Judith entró en contacto con lo que ella cree que era un alto dirigente de Hamás que hablaba un “hebreo brillante”. Desde su liberación, Raanan ha hecho oír su voz sobre la necesidad de negociar la liberación de los demás rehenes que siguen cautivos.
Llevando símbolos como una pegatina de “liberad a los rehenes”, un collar con un maguen David y un pin amarillo, recalcó: “Tenemos rehenes que están pasando penurias mentales, físicas y emocionales y necesitan ser liberados”.