Kfar Aza fue uno de los asentamientos más devastados en el asalto de Hamás del 7 de octubre contra el sur de Israel, y sus habitantes se han manifestado en Tel Aviv.
Hamás mató a decenas de miembros del kibbutz y tomó a varios como rehenes.
Los lugareños exhiben pancartas exigiendo al gobierno que haga todo lo que esté en su mano para liberar a los detenidos.
“Nuestros corazones están cautivos en Gaza”, reza el cartel. Algunas personas muestran fotografías de sus seres queridos.