Tras dos días completos de huelga, los profesores volverán a las aulas el viernes después de que su sindicato anunciara que suspendía las sanciones el jueves, a pesar de no haber llegado aún a un acuerdo sobre salarios y reformas con los funcionarios del gobierno.
El Sindicato de Profesores de Israel dijo que la huelga se congelaba a petición de la ministra de Educación, Yifat Shasha-Biton. También citó una reunión “de hecho” el jueves entre el jefe del sindicato, Yaffa Ben David, y el funcionario del Ministerio de Finanzas Kobi Bar-Nathan, director de acuerdos salariales y de empleo en el Tesoro.
Está previsto que ambos se reúnan de nuevo el domingo.
En un comunicado, Ben David dijo que “espera continuar con las negociaciones pertinentes y honestas”, al tiempo que advirtió que el sindicato podría reanudar la huelga si las conversaciones laborales no dan lugar pronto a un acuerdo.
“Si no llegamos a un entendimiento en los próximos días, nos veremos obligados a reanudar la lucha”, dijo.
El ministro de Economía, Avigdor Liberman, celebró la medida.
“Los estudiantes, los profesores y los padres se merecen un final de curso exitoso, sin huelgas ni sanciones”, tuiteó.
Shasha-Biton también celebró la pausa de la huelga, al tiempo que prometió impulsar el “rápido avance” de las negociaciones.

El anuncio del Sindicato de Profesores de Israel se produjo después de una segunda huelga consecutiva de todo el día en jardines de infancia, escuelas primarias y secundarias de todo el país. Eso fue después de una semana de huelgas regionales de dos horas que obligaron a las escuelas de diferentes partes del país a abrir tarde.
Varios municipios celebraron estudios el jueves a pesar de la huelga.
Los centros de educación especial han seguido abriendo y la huelga no ha afectado a los alumnos de 7º curso en adelante, que terminaron el curso escolar el lunes.
Las escuelas primarias, los centros de enseñanza media y los jardines de infancia terminan el curso la semana que viene.
El sindicato de profesores ha intentado ejercer presión sobre el Ministerio de Economía en un conflicto sobre los salarios y las condiciones de trabajo, pero ha sido objeto de críticas generalizadas por parte de los padres, acosados y sobrecargados, ya que la huelga les hizo buscar opciones para el cuidado de los niños.
El conflicto laboral se centra en las reformas previstas por el Ministerio de Hacienda para reducir el poder del Sindicato de Profesores, lo que incluye permitir a los directores despedir al personal sin intervención del sindicato y reducir la diferencia salarial entre los profesores veteranos y los nuevos.
El Ministerio de Hacienda ha dicho que está dispuesto a aumentar los salarios de los profesores, pero sólo como parte de un paquete de reformas para mejorar el sistema educativo en general, propuestas que el sindicato de profesores se ha negado a aceptar hasta ahora.