El martes se registró una tercera muerte como resultado del Coronavirus en Israel, un hombre de 87 años con una enfermedad preexistente que vivía en el hogar de ancianos Migdal Nofim, donde también vivía el primer paciente que murió por COVID-19 en Israel.
El Centro Médico Hadassah Ein Kerem de Jerusalén anunció la muerte de un hombre de 87 años por el Coronavirus, la tercera muerte en el país. El hombre fue llevado al hospital a principios de esta semana desde el hogar de ancianos donde vivía, después de dar positivo a COVID-19, dice el hospital. Tenía una serie de problemas médicos subyacentes, como diabetes y demencia, informaron.
Horas antes, Wolfson Medical Center anunció el fallecimiento de Malka Keva, de 67 años, de Bat Yam. Ella también tenía condiciones preexistentes, dijo el hospital.
“Nuestro equipo de cuidados intensivos luchó por su vida con gran dedicación, pero su condición se deterioró y, a pesar de esta atención, falleció”, dijo el hospital en un comunicado.
Diez mil israelíes podrían morir por el nuevo Coronavirus y un millón podría infectarse, advirtió el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, en reunión que se prolongó por siete horas con altos funcionarios sobre los esfuerzos en curso para detener la propagación del Coronavirus.
El nieto de Malka Keva escribió en Facebook: “la leona de la familia, que hiciste todo por nosotros hasta el último momento”.
“Si tan solo pudiera abrazarte una vez más”, escribe. “Quería dejar la cuarentena y venir a visitarte al hospital para despedirte, pero no me dejaron. ¿Por qué el mundo es tan cruel?”.
El Subdirector General del Ministerio de Salud, Itamar Grotto, dijo que el país se está preparando para recibir directrices mucho más estrictas para contrarrestar la propagación del Coronavirus: “Sólo los servicios médicos, alimentos, productos farmacéuticos permanecerán abiertos”, dijo en una entrevista publicada por el sitio web hebreo Ynet, “y los servicios necesarios para proporcionar estas cosas – electricidad, agua, etc”.
Dijo que, aunque tal medida “puede parecer extrema, creo que incluso necesitamos cerrar algunas de las tiendas de comestibles y tal vez repartir comidas preparadas a algunas partes del público”.
Pero más tarde ese mismo día, el Ministerio de Sanidad emitió un comunicado explicando que Grotto no hablaba de ninguna restricción que se vaya a poner en marcha en un futuro próximo y que era “solo una posibilidad que hemos considerado solo en circunstancias extremas”. El ministerio dijo que tal bloqueo no está actualmente en la agenda.
El Ministro de Seguridad Pública Gilad Erdan se dirigió a los medios sociales el martes para reiterar este mensaje: “No se cerrarán los supermercados y farmacias”, escribió el ministro en Twitter, “ni se restringirá el acceso a ellos, ni tampoco el acceso a las tiendas que venden otras cosas necesarias”.