Un terrorista palestino que apuñaló e hirió a dos agentes de policía en Jerusalén en 2016 fue sentenciado a un castigo “severo y excepcional” de 35 años de cárcel y una multa de 330,000 NIS ($ 92,00) por el Tribunal de Distrito de Jerusalén el miércoles.
Ayman Kurd, de 21 años, del Este de Jerusalén, apuñaló a los dos agentes cerca de la entrada de la Puerta de Herodes en la Ciudad Vieja de Jerusalén el 19 de septiembre de 2016, e hirió gravemente a una mujer policía de 38 años y, moderadamente a su colega varón de 47 años.
El policía logró dispararle y herir a Kurd varias veces después de que perpetró el apuñalamiento.
Kurd fue acusado de dos cargos de intento de asesinato y un cargo por llevar un arma proscrita.
En su fallo, los jueces dijeron que la sentencia fue severa y excepcional, pero “era necesaria, dadas las circunstancias graves y excepcionales de sus actos y sus graves resultados”, informaron las noticias de Hadashot.
Ellos escribieron: “La ideología del anhelo de convertirse en un ‘mártir’ mediante el asesinato de otros, que convierte a la muerte en el objetivo y al asesino en un santo y héroe, es una ideología asesina”.
Los jueces agregaron que el ataque fue claramente premeditado y, por lo tanto, merecía el castigo máximo.
“Planeó el ataque por adelantado y se equipó con un cuchillo para usarlo como arma homicida de antemano”, escribieron en su sentencia, “y mostró determinación y crueldad en su intento de matar. El acusado siguió a los policías, los atacó por la espalda y los apuñaló… hasta que el cuchillo se rompió por la fuerza del ataque”.
Según la acusación formal, antes de llevar a cabo el ataque, Kurd escribió varios testamentos en su teléfono.
“Mi madre, mi corazón, por favor no llores y no te enojes, ruega para que muera como mártir. Quiero que usted y [su hermana] organicen una fiesta para mí”. “Ten la seguridad de que no hice esto por nadie, sino solo porque quería”.
En otro testamento, Kurd les pidió a su madre y a su tía que lo perdonen por los ataques, “y me sepulten en el cementerio de los mártires cerca de mi hermano Ramzi”.
Según la acusación, Kurd llegó a la Puerta de Damasco a las 7:15 a.m. del día de los hechos y se ubicó en un banco allí, escuchando versículos del Corán y buscando un posible objetivo. En ese momento, también escribió un mensaje de despedida a su padre a través de Facebook.