La huelga de hambre de docenas de presos de seguridad palestinos pertenecientes al grupo terrorista Hamás llegó a su fin luego de que los oficiales israelíes acordaron instalar teléfonos públicos en sus salas de prisión.
“Se ha llegado a un acuerdo en principio entre los presos y la administración de la ocupación con respecto a sus demandas”, dijo el Club de Presos Palestinos en su página de Facebook el lunes.
“Los detalles se anunciarán más adelante”, agregó la declaración lacónica.
Según representantes de los terroristas encarcelados que hablaron con los medios de comunicación hebreos, la huelga de hambre, lanzada por unos 150 presos de Hamás el 8 de abril, concluyó formalmente después de que Israel acordara instalar teléfonos públicos en las 44 salas de la cárcel donde se encuentran los presos de seguridad, y permitirles hacer llamadas regulares, supervisadas, a sus familias.
La huelga comenzó después de que el Servicio de Prisiones de Israel instaló dispositivos de interferencia celular en las salas para evitar que los reos usaran teléfonos celulares de contrabando. El IPS dijo que unos 300 teléfonos celulares de contrabando, algunos con mensajes entre células terroristas, habían sido introducidos de contrabando en las salas en los últimos meses. Los teléfonos celulares estaban siendo utilizados para coordinar ataques terroristas, y habían sido implicados en al menos 14 intentos recientes de coordinar ataques desde el interior de las prisiones israelíes, dijo el IPS.
Pero los líderes de los terroristas presos dijeron que el uso principal de los teléfonos era mantenerse en contacto con la familia.
Los funcionarios israelíes no reaccionaron a la huelga de hambre en sus primeros días, probablemente debido a su proximidad a las elecciones del 9 de abril. Qadri Abu Bakr, presidente de la Comisión de Asuntos de los Presos, fue citado por Wafa la semana pasada diciendo que los funcionarios de IPS parecían estar bajo presión política para retrasar las conversaciones hasta después del día de las elecciones.
Los informes sobre el acuerdo del lunes no fueron del todo coherentes. Algunas fuentes palestinas sugirieron al diario Haaretz que Israel había acordado eliminar los dispositivos de interferencia en las salas donde se entregaban teléfonos celulares a los funcionarios de la prisión. Fuentes israelíes informaron a otros medias que los dispositivos de interferencia no se eliminarían, ya que no se podía descartar el contrabando de teléfonos en el futuro, pero los teléfonos públicos estarían disponibles para los presos.
A cambio de la instalación de los teléfonos públicos, los presos acordaron entregar todos los teléfonos celulares de contrabando, según los informes.
Cuando comenzó la huelga, los terroristas también exigían el restablecimiento de las visitas familiares desde la Franja de Gaza gobernada por Hamás. Aún no está claro si Israel aceptó esta demanda en el nuevo acuerdo.