La exfiscal militar Yifat Tomer-Yerushalmi aseguró que planeaba quitarse la vida durante las horas en que se desconoció su paradero el domingo, mientras la policía sostiene que fingió una crisis para eliminar su teléfono y cualquier posible evidencia que la implicara en los hechos investigados.
Las autoridades la acusan de obstruir la justicia por la filtración de videos donde se observaría el maltrato de un detenido palestino en el campo de Sde Teiman por reservistas de las FDI el año pasado, así como por un supuesto intento posterior de ocultar la responsabilidad del incidente.
“No pude soportarlo más, la presión pública, la calumnia y la humillación, las amenazas a mi vida y la vida de mi familia”, declaró a los investigadores. “Durante la semana pasada, mi vida se convirtió en un infierno, así que decidí terminar con mi vida. Dejé una carta a mis hijos”.
Un investigador policial habría respondido que pensaba que ella “fanfarroneaba” y que “simplemente trató de evadir el arresto”. Según el Canal 12, también le dijo: “Hiciste un gran espectáculo”, poniendo en duda la veracidad de su versión ante las autoridades.
No obstante, Tomer-Yerushalmi mantuvo su postura ante el interrogador y reiteró que “ninguno de ustedes entiende por lo que he estado pasando recientemente. Realmente tenía la intención de hacerlo”, insistiendo en que sus intenciones eran genuinas y no parte de un plan de distracción.
Por otro lado, el medio Ynet informó que Tomer-Yerushalmi fue llamada nuevamente para otro interrogatorio relacionado con la filtración del video clasificado de Sde Teiman, tras haber mostrado un “interés repetido” en los resultados de la prueba de polígrafo aplicada al coronel Matan Solomosh.
De acuerdo con ese informe, la exfiscal enfrenta los nuevos interrogatorios en instalaciones del ministerio de Defensa, una medida destinada a preservar la confidencialidad de su testimonio y de los materiales vinculados al caso que todavía permanecen bajo investigación oficial.
