Un ataque armado dejó tres muertos el viernes en la ciudad central de Ramle. Las víctimas fueron identificadas como Bilal Abu Ghanem, propietario de una tienda de narguile, y sus empleados Saleh Afifi y Baha Amira, todos en la treintena. La policía investiga el caso como un triple asesinato.
Bilal Abu Ghanem pertenecía a la familia Abu Ghanem, enfrentada a la familia Abu Zaid. No obstante, según la emisora pública Kan, no estaba implicado directamente en la disputa familiar.
Un joven de 20 años, originario de Lod, fue arrestado más tarde bajo sospecha de participación en los asesinatos. Las grabaciones de seguridad captaron a dos individuos enmascarados con cascos de motocicleta acercándose al local; uno ingresó y ambos dispararon.
Medios hebreos vincularon este ataque con otro tiroteo ocurrido menos de un día antes en Ramle. En ese incidente, los hermanos Matin y Jamal al-Shmali fueron asesinados cerca de una escuela primaria en el barrio de Jawarish. Sus otros dos hermanos también habían sido víctimas de tiroteos, en 2019 y 2020.
La policía arrestó a tres personas de Ramle por el doble homicidio del jueves. Sin embargo, en la mayoría de los crímenes dentro del sector árabe no se identifican culpables. Líderes comunitarios acusan a las autoridades de fallar en la contención de la violencia.
Con estos hechos, ya son 72 los ciudadanos árabes israelíes asesinados en hechos criminales en lo que va del año, reflejo de una escalada que no ha cedido durante la gestión del ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir.