El destino de una niña judía de 2 años con soporte vital en Inglaterra podría decidirse en una vista judicial el miércoles.
Alta Fixler, de Manchester, está gravemente enferma debido a complicaciones en el parto y ha estado con soporte vital desde su nacimiento. El 28 de mayo, el Tribunal Superior de Londres dictaminó que poner fin a la vida de Alta es lo mejor para ella, ya que los expertos médicos no creen que tenga posibilidades de recuperarse ni de sentir placer, informó la BBC. Creen que puede percibir el malestar.
Sus padres afirmaron que desconectar a su hija del soporte vital iría en contra de su fe judía. El judaísmo ordena la preservación de la vida humana y generalmente prohíbe las acciones para acabar con ella, aunque los rabinos, incluidos los ortodoxos, tienen opiniones divergentes sobre la retirada del soporte vital a pacientes aparentemente incurables.
En la sentencia, el juez Alistair MacDonald rechazó una petición de los padres de la niña, que son ortodoxos haredi, para que fuera trasladada a un hospital de Jerusalén.
Más de 40.000 personas han firmado una petición en la que se insta a las autoridades británicas a no suspender el soporte vital.
“La familia de Alta quiere que sea trasladada a un hospital israelí por motivos religiosos y éticos”, reza la petición online.
El traslado se ha retrasado a la espera de la vista de esta semana.
Los padres habían presentado una petición al tribunal después de que los médicos del Manchester University NHS Foundation Trust, que gestiona el hospital en el que se encuentra Fixler, les dijeran que había que retirar el soporte vital a su hija y dejarla morir.
El hospital se negó a dar de alta a la niña, lo que dio lugar a la lucha legal.