El Tribunal Superior emite una orden que exige al Estado que explique y defienda antes de final de mes su política de aceptación de refugiados ucranianos.
Según la política actual, anunciada el mes pasado por Ayelet Shaked, se concederá la entrada en Israel a cualquier persona que huya de Ucrania y reúna los requisitos para obtener la ciudadanía, así como a cualquier persona que tenga un familiar en Israel. Además, se permitirá la entrada de 5.000 refugiados que no cumplan esos criterios, además de los 20.000 ucranianos que estaban en Israel cuando comenzó la guerra y a los que se les permitirá quedarse.
Después de que el mes pasado se presentara una petición contra ese tope, el Tribunal Superior ordena al Estado que razone su decisión de limitar la entrada de ucranianos sin herencia judía o sin familia en Israel, cuando normalmente cualquier ucraniano puede entrar como turista durante tres meses.
Sin embargo, el tribunal deniega la petición de poner fin inmediatamente a la actual política de refugiados del gobierno. Según Haaretz, el Estado dijo al tribunal esta semana que hasta ahora 13.272 ucranianos que no tienen derecho a la ciudadanía israelí han entrado en Israel desde el comienzo de la guerra, y que 7.585 de ellos tienen familia en Israel mientras que 5.447 no la tienen.
La Embajada de Ucrania en Israel, que apoyó la petición del Tribunal Superior, dice estar “agradecida al Tribunal Supremo del Estado de Israel por emitir una sentencia justa por la que deben mantenerse los acuerdos entre países”, aunque señala que la decisión es provisional.
“Esperamos que el gobierno israelí permita a los ciudadanos ucranianos venir a Israel en esos momentos, no por la fuerza de un fallo judicial, sino principalmente por la fuerza de un enfoque humanitario y moral”, añade la embajada en un comunicado. “La embajada espera que el gobierno israelí apruebe la entrada de ciudadanos ucranianos, sin la sentencia final, pero con el espíritu de respeto al régimen bilateral de no visado entre Ucrania e Israel”.