El Tribunal Supremo de Israel aceptó una petición presentada por residentes árabes y la organización Yesh Din, ordenando la demolición del complejo Ein Anar, ubicado en el oeste de Binyamin.
El sitio, que contiene piscinas y ruinas antiguas con aproximadamente 2.000 años de antigüedad, fue restaurado y mantenido por israelíes locales durante la última década. Según los jueces, la construcción de las piscinas contó con financiamiento del Consejo Regional de Binyamin, lo que hace obligatoria su eliminación.
Ein Anar incluye siete fuentes y diversas zonas de descanso, lo que ha convertido al lugar en una atracción popular para visitantes. El complejo fue construido en 2014 por jóvenes de la ciudad de Neria en honor a los tres adolescentes secuestrados y asesinados por terroristas. En años recientes, también se han establecido otros memoriales en recuerdo de soldados caídos.
El presidente del Consejo Regional de Binyamin y del Consejo de Yesha, Israel Ganz, criticó la decisión judicial. Declaró que “el veredicto afecta negativamente a todos los residentes de la región y solo provoca destrucción. Los jueces han favorecido a activistas extremistas cuyo objetivo es dañar los asentamientos judíos, las ruinas históricas de 2.000 años y los sitios naturales de Judea y Samaria”.
Ganz agregó: “En medio de la guerra, nos enfrentamos continuamente a entidades que intentan debilitarnos y expulsarnos de diferentes maneras. Contra todo pronóstico, seguiremos aquí, echando raíces, desarrollando nuestra tierra ancestral y viviendo con amor en el corazón de Binyamin”.